Ciertamente vivimos en una sociedad capitalista, llena de consumismo y no podemos evitarlo. Pero no por eso disfrutaremos de las partes privadas de alguien (Según dicen que eso son la política y las necesidades creadas) se debe de enfrentar el problema; no se debe de dejar explotar en la cara si se tienen las herramientas para evitarlo (Podemos evitar los mundos imaginados por George Orwell en su libro 1984 o por la película Metrópolis).
Tampoco sirve de nada estar insistiendo en un tema si nunca se llega a un plan de acción o una solución definitiva, porque sería un absurdo divagar en el tema y sería una cobardía no proponer una solución.
Hemos dicho suficiente al respecto y con pocas soluciones, la gente es feliz o no lo es, no porque una tenga un iPhone será más feliz que una que no; la felicidad no es una ilusión, es una realidad (¿O acaso una persona que se engaña a si misma no forja su propia felicidad?).
Primero hay que hacernos consientes de nuestro ser, de nuestra situación y de nuestro alcance, debemos saber porque y para que hacemos las cosas (No podemos decir que las cosas son evidentes porque no para todos lo serán), lo cual ya requiere un gran ejercicio de meditación y autoconocimiento, sin esto no sabremos distinguir de “The Matrix” (O una realidad simulada) o de la realidad, pero tengan cuidado de no caer en una Realidad que sea sólo otra simulación.
Una vez logrado esa gran paso ya podemos darnos cuenta que una tomar Coca Cola no es un logro personal per se, sino que es la retribución, es la recompensa a un esfuerzo. Y ver aún más allá, una Coca Cola sería un placer momentáneo, esporádico, hay cosas que nos pueden dar un mayor placer (Por ejemplo tener amistades duraderas y fructuosas, poder tocar un instrumento, tener conocimiento de algún tema, jugar, correr, detenerse un momento ver el cielo y a los alrededores, inhalar y decir que no nos hace falta nada, y si algo hace falta tenemos la capacidad de alcanzarlo).
Ahora sí, ya dando ese paso estamos preparados para empezar a liberarnos de los círculos viciosos del consumismo, las empresas no nos dirán que nos hacen felices sino lo que pueden ofrecer de lo que nosotros queremos para ser felices y estar completos (Porque un iPhone o un BMW no deben de ser objetos de estatus sino objetos que nos den confort, satisfacción, bienestar, etc.). También podremos darnos cuentas de las ilusiones que nos crean y saber enfrentarlas.
Dejo el último párrafo para recalcar que la transición no es de un día para otro, el sistema está enraizado y no será fácil, la comodidad de lo conocido es uno de los principales problemas a enfrentar, eso y la gustosa ignorancia de la gente (Que no se dice popularmente “El que nada sabe nada teme”), su gran gusto por ser dirigidos y no pensar (Caray, los hombres grises sí existen –Del libro Momo- nada más que no sólo ahorran el tiempo de uno, sino también sus esfuerzos).
"La realidad tras la ventana es la misma pero se ve más claro."
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